martes, 14 de octubre de 2008

Un plan genocida que continua, una comunidad que sufre

(AW) Miembros de la Comunidad Wichi de Formosa, ubicada localidad de Lomitas, sufrió hoy una fuerte represión policial con el fin de desalojarlos de sus tierras. A la cabeza se encontraba el subcomisario Walter Duarte, quien desató un enfrentamiento que dejó varios aborígenes heridos.

Buenos Aires, 14 de octubre de 2008(Agencia Walsh) 516 años y un día pasaron del comienzo del genocidio, hoy 14 de octubre de 2008, sigue el plan de exterminio como el primer día.

Hoy hubo una fuerte represión policial a miembros de una comunidad wichí, que ocupaban viviendas en la localidad de Lomitas, provincia de Formosa. Actuó el subcomisario WALTER DUARTE, hubo enfrentamientos y hay varios aborígenes heridos.

Ya denunciamos que la Comunidad Wichi, es reprimida y desalojada de sus tierras por orden del Juez de Instrucción y Correccional PEDRO GUSTAVO SCHAEFER.

El Movimiento Campesino de Formosa y el Frente Nacional Campesino, se solidarizaron con los hermanos repudiando y denunciando la violación de derechos legales y jurídicos adquiridos en instrumentos nacionales e internacionales con rango constitucional.

Fuente: Movimiento Campesino de Formosa.

Contacto: Eleuterio Toribio

03717 (15) 344747.

AGENCIA DE COMUNICACION RODOLFO WALSH

viernes, 5 de septiembre de 2008

¿Qué hacen los yanquis en el Chaco?

El miércoles 13 de Agosto, llegó al Chaco el Embajador de EEUU para firmar con el Gobernador Capitanich un acuerdo de cooperación, que no sabemos exactamente de que clase, lo cierto es que en el mes de Marzo ya hubo un curso dictado por el comando Sur de las Fuerzas armadas Norteamericanas a integrantes de Defensa Civil del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia, y quien ofició de anfitrión habría sido el Dr. Fiorito, del Ministerio de Gobierno de la Provincia. Dicho Convenio, seria una serie de "colaboraciones" para el caso de catástrofes naturales como inundaciones, sequías, tornados, etc. Una pregunta ingenua ¿Desde cuando les interesa a los yanquis defender nuestra ecología?

Boletín Argentino Año: VIII - Nº 494 — 4 de septiembre 2008 — Madrid —
Director responsable: Osvaldo Parrondo

domingo, 31 de agosto de 2008

¡La patota de Moyano no pasó en el Chaco!

En el día de ayer, lunes 25 de agosto, un conjunto de organizaciones sociales de la provincia del Chaco, realizaron una jornada de protesta en repudio a la visita de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y reclamando que se cumplan las promesas que les hizo el gobernador Jorge Capitanich.
La protesta fue organizada por el Mov. Teresa Rodríguez, MTD Luchemos Juntos, MTD Civil y Social, MTD 17 de julio, MTL, C.U.B.A, El Dorado , Movimiento Federal, Organización Toba Qompí (OTQ-MAR) y el Polo Obrero y comprendió la realización de cortes de ruta en diferentes puntos del "Gran Resistencia": la ruta Nicolás Avellaneda, la Avenida San Martín, en Barranqueras, la ruta 11 y en las localidades de Castelli y Sáenz Peña.
Poco antes del mediodía, en el corte que estaba a cargo del MTR; a la altura del kilómetro 999 de la Ruta 11, frente a la planta envasadora de Amarilla Gas, una columna del Sindicato de Camioneros, en actitud intimidatoria y provocativa, intentó pasar el piquete por la fuerza, encontrando una firme actitud por parte de nuestros compañeros. Alrededor de 120 camioneros que responden a Juan Pablo Moyano, sacaron a relucir sus mejores tradiciones de fuerza de choque y agredieron brutalmente, golpeando a muchos y dejando un saldo de cinco heridos entre nuestros compañeros.
Repudiamos y denunciamos esta nueva agresión de la patota sindical en la que se apoya este gobierno, y la continuidad de los planes de hambre y exclusión para la inmensa mayoría de nuestro pueblo. En la provincia del Chaco la desocupación creció el 50% y las promesas del gobernador Capitanich y de Cristina no alcanzan para paliar al hambre.
Saludamos la firme y valiente acción de los piqueteros chaqueños, que mantuvieron el corte a pesar de la violenta agresión y demuestran que la lucha es el camino correcto.

¡NI PATOTAS NI PLANES DE HAMBRE!

SEGURO AL DESEMPLEADO DE $ 650 Y UNIVERSALIZACIÓN DE LOS MISMOS

Movimiento Teresa Rodríguez
Contactos:
Local M.T.R.: 4287-6420 / 4355-7899
Prensa: 15-5750-3568
Roberto Martino: 15-6568-4618

martes, 26 de agosto de 2008

Carta

Estimado profesor:

Ha sido el acampe por la dignidad…;
reclamar por las tierras usurpadas, esas tierras asignadas para la construcción de sus viviendas.

El grupo Nalá (sol en toba) se aprendió la dignidad de la lucha… y aún la vive; como … la sabiduría de los que saben escuchar, que es la de Felix, pero en él, la de toda su comunidad originaria…

la de los explotados de la historia patria…, la de los segregados que siguen así, segregados; mejor decirles con propiedad, la de los explotados de la historia… si, es cierto, siglos de impunidad dan cuenta de esto…

Y una descripción patética de los que han sido desplazados del monte por “mérito del capitalismo que destruyó miles de hectáreas y de vidas en su sed insaciable de “oro blanco” (algodón).”

Sobrecogedor, ese estremecedor relato de Jacinto, ante la muerte de algún miembro de su comunidad, para “llevar al pobre indio al cementerio… su último viaje de existente, acarreado en el “camión basurero…”

Claro que conmueve el relato sobre “la imagen del “Che” junto a un toba y una toba”, como símbolo de dignidad de un pueblo originario que no ha cedido, al contrario, como “grito de guerra…”

Me parece que ese grito de guerra, potencia la conceptualización de Felix Guattari (cartografía del deseo) al enseñar que en el despojo de la plusvalía se inicia la historia milenaria de las guerras; aunque sería más exacto pensar que se trata del instante en que el poder, arropa la idea de explotación, para certificar el despojo eterno y por cuya eternidad, para derrocarla es necesario proseguir el combate antagónico, de los pueblos, que como la comunidad toba, no se ha entregado, ni deberán entregarse.

Estimado profesor: gracias por la historia relatada de la masacre de NAPALPI y ese recorrido de la subsunción de un pueblo que no pudo ser exterminado y el arribo a esta OTQ recibiendo el desayuno especial de “los chicos de Nalá” desplegando su canto de dignidad sintiendo como propias esas marchas que OTQ realizara a la Municipalidad y Juzgado, “exigiendo la devolución de sus territorios…”. Prueba antagónica de su combate interminable, por alcanzar la categoría de “pueblo libre, justo y soberano”, con perdón de todas similitudes… y asombrándonos y uniéndonos, a la voz rebelde de Ana Farías, que sabe sin dudas que sigue siendo verdad inclaudicable “que la organización vence al tiempo” y por eso entrega su canto para que, él, ese canto de esperanza, anime a “hermanos y hermanas” a ratificar que “solo el pueblo salvará al pueblo

Gracias profesor, porque me ha hecho escuchar en mi corazón de viejo esperanzado, esa voz de tobas y de mis nietos diciéndole al mundo

“Alerta, alerta que camina la lucha de los tobas por América Latina”; como la de las demás comunidades originarias de estas nuestras tierras que saben, como lo saben guaraníes, tehuelches, ranqueles, collas y demás, que el devenir está allí, para que lo conquisten y forjen los instantes que faltan para la liberación con dignidad que los/las chicos/as reflejaron en el rostro pintado de “el Che”.

Gracias profesor…! En nombre propio y de mi esposa Elizabeth, por ser sembrador de tantas esperanzas en nuestros nietos Florencia y Mauro Rojas.

Un fraternal y conmovido abrazo


F. Ferrara

lunes, 25 de agosto de 2008

Intento de desalojo a la O.T.Q

Escrito por Julio Blanco

La Organización Toba Qompì mediante comunicación telefonica con laotravoz.net, denuncio intento de desalojo de los terrenos que ocuparon en forma de protesta, por parte de las fuerzas policiales acompañadas por el fiscal Obregon.El referente de la Organización Jacinto Diaz relato "Vino el fiscal con cinco patrulleros llenos de policias, y nos dijeron que dejemos libre el parque", refiriendose a los terrenos del ex ferrocarril que la OTQ ocupo en protesta por la ocupación de terrenos por personas con la complicidad de referentes de la CTA, dichos terrenos habian sido adjudicados para la construccion de viviendas para familias indigenas."Es increible que nos vienen a decirnos que nos vayamos un día feriado, cuendo ellos (fiscales, jueces) no actuaban en la causa de la usurpación de nuestros terrenos, porque estaban de feria" relata Jacinto. La OTQ hace más de dos meses viene reclamando por los terrenos que les usurparon1 al respecto Jacinto comento: "Como la justica funciona al reves, con los compañeros decidimos quedarnos en estos terrenos y vamos a construir acá las viviendas".Ampliaremos...

La Otra Voz. No te olvides que ahora es:http://laotravoz.net

¡EL IMPENETRABLE ...PENETRADO...!!! Con la "Bala" de un Tren Inútil

Por Mempo Giardinelli

En estos tiempos el Chaco concita la atención de todo el mundo. Prensa y televisión global vienen a mirar los estragos de la desnutrición que afecta a miles de aborígenes en los bosques que se conocen –ya impropiamente– como El Impenetrable.Mi colega y amiga Cristina Civale, autora del blog Civilización y Barbarie, del diario Clarín, me invita a acompañarla. No es la primera invitación que recibo, pero sí la primera que acepto. Rehusé viajarantes de las recientes elecciones, porque, obviamente, cualquier impresión escrita se habría interpretado como denuncia electoral. Y yo estoy convencido, desde hace mucho, de que la espantosa situación socioeconómica en que se encuentran los pueblos originarios del Chaco, y su vaciamiento sociocultural, no son mérito de un gobierno en particular de los últimos 30 o 40 años (los hubo civiles y militares; peronistas, procesistas y radicales) sino de todos ellos.Primero nos detenemos en Sáenz Peña, la segunda ciudad del Chaco (90 mil habitantes), para una visita clandestina –no pedida ni autorizada– al Hospital Ramón Carrillo, el segundo más importante de esta provincia. Civale toma notas y entrevista a pacientes indígenas en las salas de Tisiología, mientras yo recorro los pasillos mojados bajo las infinitas goteras de los techos, y miro las paredes rotas, despintadas y sucias, los patios roñosos y un pozo negro abierto y rebalsando junto a la cocina.Aunque el frente del hospital está recién pintado, detrás hay un basural a cielo abierto en medio de dos pabellones.Vidrios y muebles rotos, escombros, radiografías, cascotes y deshechos quirúrgicos enmarcan las salas donde los pacientes son sólo cuerpos chupados por enfermedades como la tuberculosis o el Chagas. Meimpresiona la mucha gente que hay tirada en los pisos, no sé si son pacientes o familiares, lo mismo da.

Una hora después, en el camino hasta Juan José Castelli –población de 30 mil habitantes que se autocalifica "Portal del Impenetrable"– la desazón y la rabia se perfeccionan al observar lo que queda del otrora Chaco boscoso. Lo que fue imperio de quebrachos centenarios y fauna maravillosa, ahora son campos quemados, de suelo arenoso y desértico, con raigones por doquier esperando las topadoras que prepararán esta tierra para el festival de soja transgénica que asuela nuestro país.Entramos –nuevamente por atrás– al Hospital de Castelli, que se supone atiende al 90 o 95 por ciento de los aborígenes de todo el Impenetrable. Lo que veo allí me golpea el pecho, las sienes, los huevos: por lo menos dos docenas de seres en condiciones definitivamente inhumanas. Parecen ex personas, apenas piel sobre huesos, cuerpos como los de los campos de concentración nazis.Una mujer de 37 años que pesa menos de 30 kilos parece tener más de 70. No puede alzar los brazos, no entiende lo que se le pregunta. Cinco metros más allá una anciana (o eso parece) es apenas un montoncito de huesos sobre una cama desvencijada. El olor rancio es insoportable, las moscas gordas parecen ser lo único saludable, no hay médicos a la vista e impera un silencio espeso, pesado y acusador como el de los familiares que esperan junto a las camas, o tirados en el piso del pasillo, también aquí, sobre mantas mugrientas, quietos como quien espera a la Muerte, esa condenada que encima, aquí, se demora en venir.Siento una furia nueva y creciente, una impotencia absoluta. Le pregunto a una joven enfermera que limpia un aparador vidriado si siempre es así. "Siempre", responde irguiéndose con un trapo sucio enla mano, "aunque últimamente han sacado muchos, desde que empezó a venir la tele".Es flaquita y tiene cara de buena gente: se le ve más resignación que resentimiento. Son 44 enfermeros en todo el hospital pero no alcanzan para los tres turnos. Trabajan ocho horas diarias cinco días por semana y cobran alrededor de mil pesos los universitarios, y menos de 600 los contratados, como ella. Los días de lluvia los techos se llueven y esto es un infierno, dice y señala los machimbres podridos y los pozos negros saturados que revientan de mierda en baños y patios.Y todo se lava con agua, nomás, porque "no tenemos lavandina".Camino por otro pasillo y llego a Obstetricia y Pediatría. Allí todos son tobas.Una chiquilla llora ante su hijo, un saquito de huesos morenos con dos ojos enormes que duele mirar. Otra joven dice que no sabe qué tiene su nena pero no quiere que muera, aunque es obvio que se está muriendo.Hay una veintena de camas en el sector y en todas lo mismo: desnutrición extrema, mugre en las sábanas, miles de moscas, desolación y miedo en las miradas.Después viajamos otra hora y el cuadro se hace más y más grotesco.Paramos en Fortín Lavalle, Villa Río Bermejito, las tierras allende el Puente La Sirena, los parajes El Colchón, El Espinillo y varios más.Son decenas de ranchos de barro y paja, taperas infames donde se hacinan familias de la etnia Qom (tobas). Todas, sin excepción, en condiciones infrahumanas.Digan lo que digan, estas tierras –más de tres millones de hectáreas- fueron vendidas con los aborígenes dentro. Son varios miles y están ahí desde siempre, pero no tienen títulos, papeles, ni saben cómo conseguirlos. Los amigos del poder sí los tienen, y los hacen valer.El resultado es la devastación del Impenetrable: cuando el bosque se tala, las especies animales desaparecen, se extinguen. Los seres humanos también.Y aunque algunas buenas almas urbanas digan lo contrario, y se escandalicen ciertas dirigencias, en el ahora ex Impenetrable chaqueño palabras duras como exterminio o genocidio tienen vigencia.Desfilan ante nuestros ojos enfermos de tuberculosis, Chagas, lesmaniasis, niños empiojados que sólo han comido harina mojada en agua, rodeados de perros flacos, huesudos y ojerosos como sus dueños.Se llaman Margarita, Nazario, Abraham, María y lo mismo da. Casi todos dicen ser evangelistas, de la Asamblea de Dios, de la Iglesia Universal, de "los pentecostales" o "los anglicanos".Involuntariamente irónico, evoco a Yupanqui: "Por aquí, Dios no pasó".Al caer la tarde estoy quebrado, roto, y sólo atino a borronear estos apuntes, indignado, consciente de su inutilidad. Al partir de regreso veo en un caserío un cartel deshilachado por el sol: "Con la fuerza de Rozas, vote lista 651".Y en la pared de un rancho de barro, seguramente infestada de vinchucas, veo un corazón rojo como el de los pastores mediáticos brasileños de "Pare de sufrir". Abajo dice: "Chaco merece más. Vote Capitanich".A unos 400 kilómetros de aquí el escrutinio final de las elecciones avanza lenta, nerviosamente. En alguna oficina el ministro de Salud de esta provincia seguirá negando todo esto, mientras el gobernador se prepara para ser senador y vivir en Buenos Aires, bien lejos de aquí, como casi todos los legisladores.¡Nunca antes, el Chaco ni este país me habían dolido tanto!!!

Argentina Chaco Así están los niños en el Chaco...
En un fallo inédito, la Corte Suprema de la Nación intimó al gobierno nacional y al de Chaco que brinden asistencia a las comunidades tobas.En las últimas semanas hubo once muertes por desnutrición. Para intervenir en el caso, el máximo tribunal consideró la "gravedad y urgencia" de la situación.El Estado nacional y el gobierno chaqueño deberán proveer de alimentos y agua potable a las comunidades aborígenes de la provincia. Así lo resolvió en un inédito fallo la Corte Suprema de Justicia, luego de admitir una medida cautelar presentada por la Defensoría del Pueblo de la Nación para que se adoptaran las medidas necesarias que "detengan el exterminio" de los pueblos originarios en esa provincia. El organismo había realizado un relevamiento en el noroeste y el sudeste del territorio a través del cual constató "el nivel de abandono en el que vive la población", víctima de enfermedades como el mal de Chagas y tuberculosis. En la sentencia, el máximo tribunal sostuvo que "estáen juego el derecho a la vida y la integridad física de las personas".Al aceptar la medida cautelar solicitada por el defensor, los jueces de la Corte ordenaron a los demandados –el gobierno nacional y el de Chaco– que garanticen el suministro de agua potable y alimentos a los aborígenes, además de medios de transporte y comunicación adecuados para cada una de las unidades sanitarias ubicadas en las diferentes regiones. "La Corte consideró la gravedad y urgencia de los hechos denunciados y destacó la necesidad de adoptar la medidas conducentesque tiendan a garantizar la eficacia de los derechos y evitar que éstos sean vulnerados", sostuvo un comunicado del tribunal al dar a conocer el fallo.Además, la Corte resolvió convocar a una audiencia pública y requerir informes a la provincia de Chaco y al Estado nacional sobre la situación de los aborígenes. La decisión de los supremos sigue la línea establecida por el tribunal de ocuparse y hacer el seguimiento de casos donde existen derechos colectivos conculcados, como la situación en las cárceles o la contaminación del Riachuelo.Ahora, los magistrados resolvieron sobre la base de una presentación de Eduardo Mondino, el defensor del Pueblo, que hizo un relevamiento en los departamentos de General Güemes y Libertador General San Martín. Allí, en los últimos dos meses, once personas, en su mayoría ancianas, murieron por desnutrición.En equipo de la Defensoría detectó en el Paraje Colonia 10 de Mayo, en General Güemes, que todos los habitantes entrevistados manifestaron tener vinchucas en sus casas. También dijeron que en treinta años nunca recibieron fumigación. La única unidad sanitaria a disposición tiene una sola camilla, una única balanza y una heladera fuera de funcionamiento. Al momento de la visita de los especialistas delorganismo, no contaba con medicación ni con vehículo para transportar enfermos.Otro de los lugares visitados fue el Paraje El Colchón, del mismo departamento. Organizaciones sociales de la región denunciaron casos de desnutrición grave en el paraje. De acuerdo con el mismorelevamiento, las familias extraen agua de charcos donde también acceden los animales.Con similar situación de precariedad se convive –de acuerdo al informe presentado ante la Corte– en el Paraje Campo Alemani, en el departamento de General San Martín, donde las familias no tieneletrina y el agua se saca de un pozo construido por una organización social.El relevamiento permitió al organismo corroborar "el estado de extrema gravedad de la población aborigen". "No tienen alimentos ni agua potable. La situación empeora aún más por el alto nivel deenfermedades endémicas que afecta a los pobladores, como el Chagas, la tuberculosis, la desnutrición, broncopatías, parasitosis y sarna", señala el informe. El organismo también detalla "las dificultades paraobtener atención médica, ya que es imposible acceder a las unidades sanitarias y aun haciendo el esfuerzo para llegar al lugar, las unidades sanitarias no tienen medicamentos o son insuficientes" . ElInstituto del Aborigen Chaqueño había advertido sobre la situación de las comunidades tobas. A través de una resolución, el organismo provincial declaró meses atrás el estado de emergencia sanitaria yalimentaria de los pueblos indígenas de la provincia.Con este mapa de situación, Mondino presentó a principios de este mes una demanda para que se termine la "situación de exterminio silencioso, progresivo, sistemático e inexorable" de los aborígenes.La Corte hizo lugar a su reclamo.

Fuente: http://www.lacoctel/ era.com/red- latina-sin- fronteras/post/2008/ 08/20/argentina- chaco-tobas- y-miseria- sin-fin
Chirapaq - Centro de Documentación http://www.chirapaq/.org.pe/htm/ cendocset.htm

OTQ: "La lucha va a continuar, pero dimos un gran avance"

En el día de ayer la Organización Toba Qompi firmo un acuerdo con el municipio de Castelli, el interventor judicial y representantes de las personas que usurparon los terrenos de dicha organización, donde se comprometía el municipio a ubicar en otros terrenos a las personas que usurparon los terrenos y a realizar gestiones en ONAVE para entregar una porción del terreno, donde la OTQ se encuentra acampando, para construir un centro de ventas de artesanías.
Después más de 40 días de protesta, la OTQ, consiguió con la intervención de la justicia, el compromiso del intendente de Castelli, Yulan Leonardo, para ubicar en otros lugares de las personas que usurpan los terrenos destinados a la construcción de viviendas para familias qom. “Estuvimos más de tres horas reunidos, con el interventor y el intendente, y les dijimos que vamos a seguir con el campamento, hasta que salga el último que usurpo nuestros terrenos”, comenta Jacinto Díaz, referente de la OTQ. En la reunión, agrega, “llegamos a un acuerdo donde se puso un plazo de 20 días para que el municipio ubique en otros terrenos a las personas que entraron a nuestro terreno, mientras tanto nos vamos a quedar acampando donde estamos”.
La OTQ, en asamblea resolvió, debido a la gran demanda de las familias sin tierra, ocupar las tierras donde se encontraban acampando, “propiedad” de ex ferrocarril (ONAVE). En las negociaciones de ayer, consiguieron el compromiso del intendente para gestionar una fracción de 20 x 30 Mts del terreno, para la edificación de un centro de ventas de las artesanías de l@s integrantes de la OTQ.
“La lucha va a continuar, pero dimos un gran avance, y demostramos que ya no se nos puede sacar algo así nomás, ahora ya estamos organizados y no vamos a dejar que nos pasan así nomás, sin respetarnos” reflexiono Jacinto.

Escrito por Julio Blanco de La Otra Voz

La Otra Voz. No te olvides que ahora es:http://laotravoz.net
Nala:

Apreciados compañeros, la verdad hace mucho tiempo que no escribo, debe ser por que este acto de poner en palabras los deseos resulta un ejercicio de balance y reflexión en la vida. Y desde que llegue a este país ese ejercicio es casi cotidiano, sentirse un forastero pisar tierra que no es de uno te hace alejar las certezas y acercar las tan anheladas incertidumbres.

Cuento con la grandísima suerte de encontrarme en la vida con sorpresas tan hermosas como “ustedes” cada uno desde su especial modo de ser me invita a repensarme y aprender de ese encuentro y entenderlo como un tesoro invaluable.

Su corta edad, sus posturas frente a la vida, sus ganas de ser y hacer de la misma lo que desean la verdad me maravilla, chicos gracias por aparecer, el encuentro semanal que sostenemos es para mi un encuentro de lindas emociones que traigo a casa y sigo pensando. Tal vez ese es el mejor regalo, que al terminar nuestro compartir ustedes siguen conmigo, y seguirán conmigo en aquellas narraciones que comparta con mis hijos ustedes serán protagonistas esperando siempre que esos seres tenga un corazón tan bello como el suyo.

Cuando estuvieron viajando los pensé muchísimo ayudándome de la falsa tecnología mande alguno que otro mensaje para que mi presencia se hiciese presente, cuando volvieron y aun hoy en día, me apasiona escuchar todas aquellas historias que me han contado con esa “onda argentina” que me hace sentir bien.

Tal vez por esto empiezo a sentir esta tierra como “propia” finalmente una sola y latinoamericana y entonces siento que este territorio ha permitido en mí un gran crecimiento y entonces de algún modo siento recompensar tan preciado regalo.

Sepan una cosa yo estaré y seguiré estando con ustedes y el resto, siempre que lo necesiten, cuenten con esta mano colombiana para recibir un abrazo, para sumar miles de manos y entre todos construir lo que queremos.

Chicos: fue hermosa esa mochila toba, agradezco tanto que me recordasen en ese impenetrable que de eso no debe tener nada, por que todos volvieron “impregnados” por esa sensibilidad de seguir al lado de ese otro que lucha por lo justo y necesario.


Rodri, en algún momento podré encontrar las palabras para expresarte lo mucho que ha significado para mi con conocerte por ahora solo puedo darte las gracias por aparecer en mi camino vital

Un abrazo para todos….

Vane (La Colombina)

martes, 19 de agosto de 2008

Un mes de acampe toba en Castelli: ¡Qana `anaxachi! (Fuerza hermanos)

(AW) Los tobas pertenecientes a la Organización Toba Qompi (OTQ) llevan más de un mes acampando en la plaza Juan Paredes de la ciudad de Castelli - Chaco. Reclaman la devolución de territorios usurpados por un funcionario y miembro de la CTA. Junto a otros compañeros pudimos compartir casi una semana de su lucha. Lo que sigue intenta narrar parte de la experiencia vivida.



Buenos Aires, 19 de agosto de 2008 (Agencia Walsh).- La leña crepita. Unas chispas escapan de debajo de la olla y vuelan como pequeñas luciérnagas en la fría noche de Castelli, en la puerta del "impenetrable" chaqueño.

El fuego lentamente, desde abajo, muy de abajo, calienta el ennegrecido recipiente.

Sobre troncos tumbados, en silencio, sentados, con las manos estiradas, atraídas por el calor y la magia del fuego; varios adoradores de ese ídolo humeante contemplamos abstraídos.

Rosa revuelve. El vapor escapa de la olla, serpentea y nos inunda.

Elogio el aroma.

Rosa sonríe e instintivamente, como si sintiese vergüenza, tapa su boca con la mano para evitar que se vea lo desdentado de su amplia sonrisa.

Rosa culpable de no tener dientes, de ser mujer, de ser pobre, de ser excluida, de ser segregada. Rosa culpable de ser toba en su tierra, en la puerta del impenetrable chaqueño, se tapa la boca.

Gritos silenciosos estallan en la boca tapada de Rosa.


El Acampe

Gritos silenciosos en la oscura noche chaqueña. Sólo el fogón ilumina y mantiene vivas las brasas hasta el amanecer.

El viento se filtra en la noche y con su helada mano acaricia bajo frazadas y mantas. El viento se filtra en la plaza Juan Paredes; se cuela por las improvisadas paredes de nylón negro, de las improvisadas carpas, de este nada improvisado acampe por la dignidad. Tiemblo. No es por el frío.



Las carpas se recortan en lo negro de la noche como sombras. Tan diferente de un acampe estudiantil. Tan lejano de ese otro acampe realizado hace no mucho en el Congreso, en el que rivalizaron en ostentación empresarios rurales y partidarios del gobierno.



Más de un mes llevan los tobas de la Organización Toba Qompi (OTQ) en esta plaza reclamando la devolución de las tierras usurpadas por el director de Catastro municipal y dirigente de la CTA, Eduardo Riquel. Tierras que el municipio les había otorgado para la construcción de viviendas.



Compartimos con ellos. Participamos del Encuentro Intercultural de Organizaciones en Lucha que se realizó en la plaza el 26 y 27 de julio pasados. Estuvimos junto a los jóvenes solidarios del grupo Nalá (sol en toba) casi una semana, casi una semana en el acampe aprendiendo la dignad de la lucha.



El ghetto de Castelli

Al padre de Félix lo asesinó un colono cuando él tenía sólo 6 años. No hubo motivos. No hubo investigación. No hubo explicación. No hubo preguntas y sobre todo no hubo respuestas para la prematura orfandad de Félix.



Quizás ese fue el motivo por el que Félix se negó a aprender castellano hasta ya entrada la adolescencia. Quizás por eso se convirtió en rebelde antes de saberlo.



Tal vez el asesino de su padre haya cortado rutas recientemente y se haya indignado por las retenciones.



Da gusto charlar con Félix, compartir el mate, la torta a la parrilla calentita y crocante. Este toba robusto y amable tiene la sabiduría de los que saben escuchar. De los que se toman su tiempo antes de hablar. Él nació en el paraje "Pozo del Toro" a 5 leguas de Castelli. Su palabra da cuenta de siglos de segregación que no termina.

Imposible hablar en pasado. Siglos de impunidad dan cuenta de ello.



"La policía nos levanta sin causa" cuenta Ángel López, un muchachito Toba que está terminando la secundaria. Él tuvo más suerte que Solano López, el joven asesinado a golpes por la policía de Miraflores el año pasado. Piensa recibirse de abogado para defender los derechos del aborigen. Ángel es uno de los poquísimos tobas que va terminar la escuela media. Ángel va a la escuela a pesar de los insultos que recibe a diario de muchos docentes y compañeros.



Distribuidos en una docena de barrios, verdaderos ghettos en los que la falta de trabajo y de comida, la tuberculosis, el clientelismo político y la marginación hacen estragos, están los que han sido desplazados del monte en el que vivieron durante siglos. Gran mérito del capitalismo que destruyó miles de hectáreas y de vidas en su sed insaciable de "Oro Blanco" (Algodón). Mientras en los barrios no hay red de agua potable (alrededor de 150 canillas públicas proveen de agua a todos los barrios) y casi nula atención médica, sobre todo en la zonas rurales donde todo empeora.



En la ciudad de Castelli, sólo en la zona urbana, viven (según datos proporcionados por el intendente Leonardo Yulán) alrededor de seis mil tobas. La cifra crece si se tienen en cuenta los habitantes de los parajes rurales como Pampa Argentina; EL Colchón; Porta Negra; Pozo del Toro y el Zanjón.



Discriminados hasta la muerte

"Nosotros estamos discriminados hasta la muerte" afirma Jacinto.

Charlamos mientras pintamos. Pintamos junto a los pibes de Nalá el comedor que la OTQ tiene en el barrio Chacra 108.

"Cuando fallece un indígena, una abuela o un abuelo", prosigue Jacinto, "no existe el coche fúnebre para los tobas. Sólo existe el camión basurero. Ese camión cumple con la tarea de llevar al pobre indio al cementerio. Esto ya se lo planteamos al gobernador." La indignación que anuda la garganta convierte la mano de Jacinto en puño apretado. El pincel se agita y salpica. Nos reímos.



Nalá termina el mural en el comedor. La imagen del "Che" junto a un toba y una toba aparecen como un símbolo, como custodios de dignidad en una de las paredes. ¡Qana ánaxachi yaqaga! (fuerza Hermanos) anima y encabeza el mural sobre las paredes. Qana ánaxachi, preside como grito de guerra, cada marcha que OTQ realiza en Castelli, cada acto de los tobas.



Jacinto perdió a su padre cuando tenía 3 años. Jacinto perdió a su padre el 12 de octubre de 1973. Un motivo más para repudiar la fecha. El padre de Jacinto murió de tuberculosis, lo mismo que su hermana y un sobrino. A Jacinto le sobran motivos y motivaciones para la lucha.

Jacinto sonríe junto a la imagen del "Che". Él quería tenerlo en el comedor.



De Napalpí a OTQ

En 1924 estalló una protesta indígena en los campos algodoneros del centro chaqueño. Los reclamos giraban en torno de mejores condiciones de trabajo, pago en moneda y no en "vales", y la defensa de sus tierras, permanentemente invadidas por "el blanco".



El afán por incorporar al Chaco al país y este al sistema capitalista mundial, había animado hacia fines del siglo XIX, al presidente genocida y "conquistador del desierto", Julio A. Roca y a toda la generación del `80 a avanzar militarmente sobre territorio chaqueño. El afán de lucro, el de hacer buenos negocios no respetó el monte y mucho menos sus habitantes.

Los tobas estaban siendo desplazados y avasallados no sin resistencia. El 5 de mayo de 1883, los aborígenes liderados por el Cacique Huaneraxai presentaron batalla en el monte de Napalpí. Fueron derrotados. Los pueblos originarios derrotados fueron confinados poco a poco en reducciones.

Las reducciones fueron una forma de disciplinamiento en la que los españoles (y luego los criollos) agruparon a habitantes nativos del lugar para poder así evangelizarlos y explotarlos en la producción agrícola y manufacturera.



La reducción de Napalpí fue en 1924 el epicentro de la primera y única huelga agraria aborigen en el nordeste argentino. La huelga, absolutamente pacífica, fue ahogada en sangre.

El 19 de julio de 1924 por orden del Gobernador Fernando Centeno, el comisario de Resistencia, Saénz Loza comenzó la represión. Sin mediar aviso alguno, dispararon más de 5.000 cartuchos en menos de dos horas. Mataron a todos los que pudieron. Cuando se quedaron sin municiones, a los muertos y a los heridos los degollaron a sablazos. Como trofeos de guerra, les cortaron a machetazos las orejas (siguiendo la costumbre contra los indígenas de la Patagonia), los testículos y penes a los hombres, los pechos a las mujeres. Aún vivos, también a machetazos, "caparon" al líder de la huelga que se había entregado momentos antes prisionero, el Cacique Pedro Maidana. Luego lo "empalaron" conjuntamente con sus dos hijos José y Marcelino, y varios de los otros líderes de la huelga de otras comunidades aborígenes. La persecución continuó durante meses porque había orden de no dejar testigos.



La masacre de Napalpí sigue viva en los recuerdos de los tobas a través del relato oral de los ancianos y de su única sobreviviente: la anciana de 107 años, Melitona Enrique.

Gritos silenciosos de dolor estallan en los pechos tobas. Gritos que reclaman justicia y dignidad. Gritos que reniegan del clientelismo y de las dádivas del sistema. La Organización Toba Qompi (OTQ), hace honor y representa con su lucha, la continuidad de la lucha de los pueblos originarios, la de los mártires de Napalpí.



OTQ en marcha

La mañana en el acampe se presenta particularmente fría. El sol apenas asomado, horizontal, se refleja en los bordes metálicos del redoblante. Los sonidos pugnan por salir del instrumento.



Los chicos de Nalá pensaron un desayuno especial: pochoclo para todos. El maíz pisingallo estalla en la olla sobre el fogón, como el entusiasmo en el campamento.

Banderas se despliegan. Redoblantes, bombos y pitos ensayan su canto de dignidad. Esta semana fueron tres las marchas que OTQ realizó a la fiscalía, a la municipalidad y al juzgado exigiendo la devolución de sus territorios.



La Organización Toba Qompi (OTQ) pertenece al Movimiento Argentina Rebelde (MAR). Se formó hace 4 años cuando el pueblo toba comprobó que la única forma de mejorar su situación era la lucha. Cuando le dijeron no a las limosnas y al clientelismo.

Generaron algunos emprendimientos para no depender del estado. Para forjar una economía solidaria, de autosustento. Hoy tienen un microemprendimiento con 3 hornos para hacer ladrillos y un proyecto de comercialización de sus artesanías.



"Nosotros reclamamos nuestros derechos porque somos discriminados" sostiene Ana Farías "Soy una mujer luchadora. En enero varias nos sumamos a OTQ. Conocemos su lucha y la organización vale mucho". Ana tiene una hermosa y potente voz. Con su canto de esperanza anima a hermanos y hermanas.



Marchamos por las calles de Castelli. Pasamontañas improvisados cubren algunos de los rostros invisibles de los tobas. Conocen la lucha zapatista y saben que se tapan para hacerse visibles ante la sociedad. Transeúntes azorados tal vez se pregunten como es que los porteños participamos del reclamo toba. Cómo es que marchamos junto a ellos.

Los poderosos, escondidos en sus "cuevas" están alerta:

'Alerta, alerta que camina la lucha de los tobas por América Latina" resuena hasta el impenetrable.

¡¡Qana ánaxachi!! Es, sin embargo, la consigna más gritada.

"La lucha de nosotros es durísima. Hay personas que se hacen los luchadores pero a los pocos días se salen del campamento. Nosotros estamos acostumbrados porque hace años que sufrimos" advierte Jacinto. No hay forma de contradecirlo.



Frente a la fiscalía, Felix, convertido en orador reclama voltear el monumento de Sarmiento, "de ese asesino de indios", de la plaza principal. Aplaudimos con fervor.



La miro a Rosa. Está seria. Busco una mirada cómplice y le digo con una pronunciación toba que juzgo inentendible: ¡Qana ánaxachi!

Rosa adivina mi intención y sonríe.



Rodolfo Grinberg

martes, 12 de agosto de 2008

Experiencias durante nuestro viaje



Bueno, acá, en mi calidad de subregente anexo de la oficina ejecutiva adjunta de Nalá, me toca comentar un poco nuestra reciente experiencia en Chaco. Nalá es un grupo formado con el objetivo de llevar a cabo actividades realmente solidarias, donde priman el intercambio y el contacto humano, además de la ayuda material que intentamos e intentaremos arrimar a aquellos hermanos que estén necesitados, buscamos respetar la cultura y la identidad de aquellos con quienes nos vinculamos, para aprender de ella, así com intentamos transmitir nuestros mejores hábitos(o los que creemos que lo son). Esencialmente, creo que ya de vuelta en casa, lo que más me enorgullece es haber atravesado una gran franja de este mar de tierra, soja, vacas ajenas y políticos corruptos que es la llanura chacopampeana para solidarizarme, no con la lucha, si no con la vida de los hermanos Tobas. Gracias a toda la gente que participó del plenario en Castelli, el trabajo llevado a cabo adquiere una proyección más larga y potencialidades más significativas. El mes pasado todos unimos nuestras voces para denunciar la criminal estafa sufrida por los Tobas, quienes mediante la lucha lograron un espacio para sus viviendas, finalmente ocupado de manera ilegal por la CTA, con el respaldo del estado municipal. Nuestra acción no acaba ahí. En Octubre nos reuniremos para repudiar la memoria de los conquistadores. Estrechar vínculos solidarios verdaderos es siempre un logro significativo. Sólo pueden lograrse cuando están dadas ciertas condiciones fundamentales, y llenar estas condiciones ya es un logro importante, y es un paso fundamental de la revolución, probablemente el más importante. Creo que aún nos falta crecer y profundizar la solidaridad, seguramente siempre vamos a ser imperfectos en ese sentido, pero en definitiva, con este viaje dimos un paso fuerte en esa dirección, cortamos las cadenas del barco y abrimos las velas. Ya veremos hasta dónde logramos navegar.

sábado, 3 de mayo de 2008


El 19 de julio de 1924, Tobas y Mocovies realizaron la primera huelga de peones rurales aborígenes del entonces Territorio Nacional del Chaco: se negaron a cosechar el algodón por las condiciones en las que vivían y la falta de pago. Como reacción a esto, el Estado aplastó la huelga, masacrando a 200 aborígenes (mujeres, hombres, ancianos, niños ...)

Fragmentos de una entrevista realizada por Pedro Jorge Solans a Melitona Enrique, una sobreviviente que con 23 años logró escapar con su madre y un tío de la masacre.

Melitona Enrique en su lengua qom recordó, cómo eran sus días en los tiem­pos donde la industria textil inglesa veía a la llanura chaqueña como fuente primordial de su materia prima: El algodón.

"En época de cosecha nos levantábamos cuando el sol aún no estaba. En procesión caminábamos hacia el algodonal, íbamos todos: Abuelos, padres e hijos. Parecíamos parte ya de las plantaciones. Estábamos todo el día.".

(...)
La jornada de cosecha empezaba en los surcos y las caminatas no se detení­an. Iban y venían con las bolsas que se llenaban para empezar otras; y así, hasta el mediodía, cuando unos fideos en guiso flaco o una sopa de caracú mataban el ayuno. Se comía rápido para volver a la cosecha. El algodonal se mostraba inmutable y no ofrecía compasión hasta que el atardecer los salva­ba del agotamiento. En fila, bastante desorganizada, se volvía a las casas. A veces, un mate cosido era el manjar de la noche. A veces, una galleta. A ve­ces nada. Y después a dormir, para volver a empezar...

Hasta que la injusticia se hizo insoportable: Pagos en vales, descuentos arbi­trarios, prohibiciones para salir de la Provincia, prohibiciones para cazar y hasta detenciones provocadas para justificar más saqueos. Todo sumó para que los caciques y los chamanes llamasen a las tribus a no cosechar más. Entonces se concentraron en sus tolderías para volver a su vida nómada. A ca­zar y recolectar frutos para comer cuando las tropas del gobernador Centeno quiso dar un escarmiento a la poblaciones de nativos. Más de un centenar de policías y gendarmes asaltó a balazos, con ayuda de un aeroplano, las indefensas tolderías de Napalpí.

Napalpí no fue una matanza aislada. Era una práctica recu­rrente del poder político alentado por los terratenientes que usaron la mano de obra policial o militar para quedarse con tierras y privar a los nativos de sus costumbres ancestrales con el fin de incluirles como fuerza laboral barata o, en su defec­to, gratuita, al sistema de producción capitalista.

¿Melitona cómo se escapó de la masacre?

- Era una mañana muy temprano. Sábado creo. Hubo una fiesta la noche anterior. Estábamos en las tolderías cuando desde un aparato que volaba empezaron a bombardear. Y de repente, llegaron a caballo y corriendo a los tiros. El aparato seguía dando vuelta por el cielo. Salimos a ver y cuando nos dimos cuenta que nos querían matar, mi madre, un tío y yo salimos corriendo para el monte junto a otras familias. Yo me caí y mi tío me arrastró un largo trecho entre los pastizales y las espi­nas me dejaron casi desnuda y toda raspada. Pasamos dos días escondidos sin comida y sin agua hasta que mi tío encontró a otro aborigen que nos llevó hasta El Aguará, donde había una casa donde el cacique Macha (Juan Machado) -quien también pudo escaparse- refugiaba a los que escaparon. Después nos protegió un tal Segundo.

¿Se escaparon muchos?

- Sí; muchos se fueron para el monte. Pero nos persiguieron y a varios que estaban heridos, escondidos, cuando los encontra­ban los mataban. Los cadáveres quedaban tirados y nos dába­mos cuenta cuando revoloteaban los cuervos y las aves de ra­piñas. Otros, como un primo mío, que le decíamos Arangué, se volvió loco y se lastimaba pegando cabezazos a los árboles. El griterío, las corridas, el dolor, los tiros y las muecas de los policiales embravecidos impresionaba. Arangué vio como de­gollaban a su madre y sus hermanos.

¿Sabe por qué le hicieron eso. Por qué los vinieron a matar?

- No sé muy bien. Pienso que no había motivos. Nosotros no te­níamos culpa de nada, Habíamos estado de fiesta porque pare­cía que se arreglaba con los administradores de la Reducción donde nosotros cosechábamos... Y vinieron a bombardear.

Pasaron varios años y, en una oportunidad, yo le pregunté a quien fue mi esposo, Dalmacio Irigoyen, y según él se amon­tonaron para reclamar porque el pago era muy poco en el obraje. No le pagaban nada el poste, la leña; y en la campaña de la cosecha del algodón no le pagaban con dinero y le hací­an mucho descuentos. Le pagaban con mercadería y había que hacer olla grande. Por eso, se reunieron y le reclamaron a los administradores, a los patrones, y se enojaron.

¿Sabe por qué le hicieron eso. Por qué los vinieron a matar?

- No sé muy bien. Pienso que no había motivos. Nosotros no te­níamos culpa de nada, Habíamos estado de fiesta porque pare­cía que se arreglaba con los administradores de la Reducción donde nosotros cosechábamos... Y vinieron a bombardear.

Pasaron varios años y, en una oportunidad, yo le pregunté a quien fue mi esposo, Dalmacio Irigoyen, y según él se amon­tonaron para reclamar porque el pago era muy poco en el obraje. No le pagaban nada el poste, la leña; y en la campaña de la cosecha del algodón no le pagaban con dinero y le hací­an mucho descuentos. Le pagaban con mercadería y había que hacer olla grande. Por eso, se reunieron y le reclamaron a los administradores, a los patrones, y se enojaron.

¿Los aborígenes tiraron. Se defendieron?

- Nuestros hombres no tenían armas de fuego. Sólo machete, pero igual nos bombardearon. Éramos cerca de mil aborígenes y mu­rieron varones, mujeres, viejos, viejas, niños; la mayoría niños...
La masacre se produjo en Nápalpí y después el lugar se llamó la Matanza. Nápalpí, en lengua qom, significa "muchos muertos"

¿Hubo malones?

- No nunca hubo malones. Nos querían sacar las tierras. Eliminar a todos los aborígenes y meter gente criolla, gringos...

Así decían nuestros caciques.

Yo conocí a los caciques Macha (Juan Machado) y Llishaxaic (Dionisio Gómez), que juntos-al mocoví Yachazanaxuaik (Pedro Maidana) lideraron la huelga. Al mocoví le cortaron el cuerpo y las orejas eran mostradas a los colonos como trofeo.

¿Vinieron policías o representantes del gobierno a inti­marlos, a pedirles que vuelvan a cosechar?

- No; ninguno. Nadie vino avisar nada, menos que estaban por combatir.

¿Presentían que los policías iban a atacar?

- No. Mucha gente estaba durmiendo esa mañana; o sea, que nosotros seguíamos esperando la promesa que habían hecho el administrador y el capataz. Nos iban a dar más beneficios.

¿Después de todo lo qué pasó, por qué se callaron. Nunca hablaron?

Nadie averiguó nada por miedo. No se quiso reclamar ni de­nunciar porque teníamos miedo a que nos matasen. Napalpí, la policía, los gendarmes nos siguen dando miedo. En nos­otros quedó una gran desconfianza. Muchos se fueron a otros lugares. Hay aborígenes que llegaron hasta Buenos Aires.

¿Cómo está su salud ahora?

Cumplí 106 años el pasado 16 de enero. Las piernas casi no me responden, parece que tengo reumatismo. Cuando el día está lindo, mis hijos, me llevan afuera para que camine un po­co y para que vea el campo.

¿En qué estado está su demanda?

El cielorraso de la casa es una frazada para frenar los rayos abrasadores del sol.
Esperemos que nos paguen pronto, porque necesito, por lo menos, para una casita como la gente. Tengo doce hijos y quiero que, aunque sea ellos, se beneficien con la indemniza­ción por la masacre. Ellos quieren trabajar en agricultura co­mo aborígenes. No somos malos. Los blancos nos quieren eli­minar; y no sé por qué, sí todos somos iguales.

viernes, 4 de abril de 2008